viernes, 31 de julio de 2015

Aceptación

Aceptar y bendecir tus circunstancias es un arma poderosa para la transformación. Es más, esta potente combinación es un elixir espiritual que puede trabajar milagros en tu vida. 

¿Qué es aceptación?

Aceptación es entregarte a lo que es: tus antecedentes, tus sentimientos, tus problemas, tu situación financiera, tu empleo, tu salud, tu relación con aquellos que amas, tus expectativas con aquello que sueñas. Antes de poder cambiar cualquier situación en tu vida tienes que reconocer que así es que tiene que ser ahora mismo. La actualidad puede servir de experiencia para el entendimiento de que aunque no es lo ideal, este momento también pasará.

He descubierto que muchas de mis luchas por ser feliz, a pesar de las circunstancias, han surgido cuando tercamente he resistido lo que verdaderamente estaba sucediendo en mi vida en un momento dado. Pero también he aprendido que cuando me entrego a la realidad de una situación en particular, cuando dejo de resistir y comienzo a aceptar, mi alma se suaviza.

De repente estoy abierta para recibir toda la bondad y abundancia que está delante de mí, porque con la aceptación viene el alivio y el desprendimiento. Y, en este proceso viene un cambio de vibraciones, de patrones energéticos. Una vez más sintonizo con la infinita energía positiva del universo. Libérate de la lucha y permite que el proceso de sanación inicie. Reconocer que ya no quieres vivir en el pasado y estás listo para avanzar.  


Fuente: El Baúl de mi Abuela
Autor: Desconocido

sábado, 25 de julio de 2015

QUERÍA...

Quería sostener tus manos, las sostuve... tuve que soltarlas.

Quería sentir tu calor en un abrazo, me quemaron tus brazos... ahora hay frio sin ellos alrededor.

Quería reflejarme en tus ojos, me miré en ellos... había otro reflejo.

Quería tus besos, te besé... no hay quien sacie la sed de mis labios.

Quería que tu corazón latiera por mi, sentí y escuché tus latidos... no palpitaban por mi.

Quería provocarte sonrisas, lo logré... aún así lloraste frente a mi.

Quería que me soñaras, no lo sé... tal vez algún día aparezca en tus sueños.

Quería ser tu persona favorita en algo que significara mucho para ti, así es... soy quien deleita tus ojos con mis colecciones de letras.

Quería que me amaras, me demostraste tu gran cariño... y que a pesar que dos personas se lleven bien y disfruten a plenitud de la compañía del otro, que solo uno sienta amor no es suficiente.

Yvania Romano (Coleccionista de Letras)
   

lunes, 20 de julio de 2015

Amor de otro amor

¿Por qué volver a llevarme al cielo con unos labios que no me pertenecen?

¿Por qué transportarme a otro mundo con tu mirada, cuando tienes a diario un universo que vela toda tu constelación?

¿Por qué hacer un mapa en mi piel con cada caricia de tus manos, cuando tu dedo anular trazó tu camino en otro cuerpo?

¿Por qué hacer latir y palpitar el corazón cada vez más fuerte cuando yo no podré cuidarlo si está herido, triste o desilusionado?

Y es que te amo tanto que se me quema la piel cuando me tocas...Se ve tan bonito el mundo a tu lado...Es como si construyeramos juntos un nuevo Big Bang... Y en la explosión es cuando me doy cuenta que sólo eres feliz conmigo en ese sueño, pero en la realidad nada de eso me pertenece... tus besos, miradas, caricias, sonrisas, cada parte de ti... Pertenecen a quien ahora te hace feliz...Y eso es lo que importa.


Yvania Romano (Coleccionista de Letras)

sábado, 18 de julio de 2015

Sabrás ser Padre...

A continuación quiero compartir con ustedes esta hermosísima lectura que tenía coleccionada desde hace muchos años, dedicada de forma especial a todos los hombres que son padres. 


Solamente sabrás ser padre, cuando sientas muy hondo el latido de ese pedazo de tu corazón sobre tu pecho, inflado de legítimo orgullo. Sabrás ser padre cuando comprendas que el fruto de tu sueño es ahora una realidad palpitante, ternura en piel viva y mirada inocente ante tu regocijo.

Conocerás la dicha de ser padre cuando entiendas que tu sueño ya jamás será completo, cuando sepas del llanto de la madrugada, de tus largas ojeras y la satisfacción de ver a tus renuevo tranquilamente dormido, aunque tú no lo puedas hacer. Únicamente sabrás lo que es hacerse padre, cuando radiante, pasees a tu hijo en su dorada carroza, le hables aunque sepa que no te entiende y lo veas descubriendo asombrado cada pequeña cosa que constituirá su primera lección de filosofía.

Sabrás lo que significa ser padre, cuando en las noches corras por esa medicina que necesita para aliviar su fiebre, al llevar la cuenta de sus vacunas y cuando de puntillas te acerques a su cuna a escuchar su respiración, acompasada y feliz. Cuando por primera vez te diga papá, ría cuando lo lances al aire y no sienta el peligro porque tu le das seguridad con tu sonrisa, cuando le impulses a dar sus primeros pasos; inequívoca señal  de que empieza el camino hacia su destino y corras detrás de su bicicleta donde afanosamente pedalea los primeros caminos y distancias del peregrinar futuro de su vida.

Sabrás la maravilla que posees cuando lo lleves por primera vez a la escuela y veas sus ojos llorosos porque no quiere separarse de ti y sientas el alma adolorida al alejarte dejándolo en medio de otros egoísmos, que sin embrago le enseñarán a ser compartido. cuando te muestre sus primeros garrapateados dibujos, incipiente Picasso que preludia en ellos el afán por la belleza que esconde en su corazón. y sobre todo cuando se abrace a ti, tomando tu mano, simbolizando con ello la confianza de tu fortaleza que le dará seguridad en su andar.

Sabrás lo que es ser padre, cuando reclame tu tiempo y tu tengas que buscarlo y encontrarlo en donde puedas, cuando lo lleves al circo y a la playa, y al paseo cansado pero gratificante, cuando juntos sueñen las vacaciones en que ambos se pertenecerán por completo, cuando le enseñes a jugar y a llenar rompecabezas, y juntos caminen por el parque cualquier tarde esplendorosa de abril.

Comprenderás la maravilla que Dios te concedió, cuando te rete con sus primeras preguntas y de momento no sepas como contestarlas, cuando le ayudes a escribir la carta a Santa claus y esperes la vigilia de la Navidad con el ansia compartida de una nueva niñez tuya, descubra en tu abrazo, tu caricia y tu beso incondicional cuanto le amas.

Sabrás lo que es ser padre cuando lo lleves a que toque a Dios por primera vez, le enseñes a rezar y sienta que tu cariño es algo en lo que puede confiadamente descansar.

Y cuando ves que va creciendo y tu lo acompañas y va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente y en ese proceso tu no lo dejas, por duro que sea el ver que poco a poco de desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.

Sabrás lo que es ser padre cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia, el día de acompañarte, y sientas que tu corazón se estremece porque el día llegó antes de lo que pensaba, y sientas profundamente que así debe ser porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.

Y finalmente sabrás lo que es ser padre cuando un día tu hijo tenga que partir para estudiar en otro lugar, o a un trabajo distante, y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrute en su compañía y quizás sea el teléfono o el internet la lejana liga que te una a él. Y sobre todo cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arcoiris, que será el de su propia vida compartida con alguien a quien amará y tu deberás aceptarlo  porque esa es la ley de la vida y tu hijo te fue prestado solo por un tiempo.

Entonces sabrás lo que es saberte padre. Que no estudiaste para ello, pero lo viviste y lo seguirás viviendo. Y el regocijo que esto te proporcionará deberá entonces ser mayor que el dolor que supone el sentir que algo muy tierno se despide de tu alma. Pero es solo entonces, que podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de Dios vivo, que es saberse padre.


    

viernes, 17 de julio de 2015

Welcome to my life

Sí, así como el título de la canción del grupo Simple Plan "Welcome To My Life"... A la vida en la que colecciono letras... tuyas, mías, del artículo que me gustó, de algún letrero leído por casualidad, de libros, películas, de lo que dijo algún familiar, amigo o desconocido, de lo que alguna vez pareció insignificante para alguien o de lo que significó un mundo para ti.

Guardo las letras en un baúl que era de mi abuela y que tiene un hoyo, las colecciono desde niña y recientemente me he dicho mí misma (sí, yo también hablo mucho conmigo) ¿por qué no compartir esas letras que en algún momento de mi vida me ayudaron, me marcaron, me llevaron a ser mejor persona? Quizás pueden tocar a alguien tal y como me pasó.

Unas tienen autores, otras no, pero lo importante es su contenido. Así que no te sorprendas si algún día ves tus letras coleccionadas en el baúl, ya que ellas se transportan mágicamente a este pequeño espacio para ser compartidas y que puedan cambiar vidas. 


Yvania Romano (Coleccionista de Letras)