sábado, 12 de septiembre de 2015

Dejar ir...

En términos psicológicos, dejar ir significa: aceptar lo que es; puede no gustarme, pero puedo aceptarlo. Abandono mi necesidad de controlar. Dejar ir me da espacio para crecer. 

No tengo necesidad de manipular ni jugar con los sentimientos de los demás. Puedo confiar en que una energía mayor que yo manejará los detalles. Mi corazón debe aprender a dar y recibir libremente, felizmente y sin expectativas.

Practicamos el dejar ir de los pensamientos y las emociones que nos mantienen apegados. Aprendemos a manejar los pensamientos negativos, la tristeza, los comportamientos manipuladores, la negación, la ceguera ante la verdad, la necesidad de decir o de hablar de las cosas que no puedes cambiar, el quejarse, la terquedad, el apego al pasado, las decepciones, los prejuicios, etc.

Lo mejor de dejar ir comportamientos, pensamientos, y emociones pasadas que de nada nos sirven, es que estás creando espacio para algo nuevo y diferente, para crecer y cambiar. El dejar ir también se puede ver como oportunidad disfrazada de pérdida.

El dejar ir requiere que aprendas algunas nuevas habilidades: confiar en ti y en el poder superior. Aprende a controlar los pensamientos que crean miedo. Aprende a esperar pacientemente. Céntrate en las cosas buenas que te ofrece la vida. Reencuéntrate con el amor que hay en tu corazón. No te aferres a expectativas. No te obsesiones con aquello que no puedes cambiar. 

Recuerda que DEJAR IR no significa rendirte o aceptar derrota. Es más bien un proceso curativo para tu alma y para el ser humano con quien siempre soñaste ser.

Fuente: El Baúl de mi abuela
Autor: Desconocido


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